Sus familias, vecinas de toda la vida, ellos, desde siempre, amiguitos que jugaban el el patio celeste del parbulario, cada mañana, con esa claridad que sobre la plata brilla, cuando el sol le dá fulgores de reflejos de vida. Se volvian a encontrar.
Y en la noche. Desde sus alcobas..., la de ella, con cuadro de cabecera de la Virgen del Carmen
y la de él, con detalles arabescos de oro entorrado, se vigilan cual sereno en ruta, se añoran como añora el jilguero revolotear en la mañana sobre un lago de acebuches y olivos.
Se aguardan mutuamente lo eterno de la noche, y se aguardan por siglos de horas cuasi eternas, a las que el reloj vá dando paso con el tictaquear de los años, los dias, los lustros.......
Y se les consume la vida de infantes entre muñecas de carton piedra, y pasan las vivencias y los recuerdos por los cabellos, desde el prisma de unos jovenes que, con pantalon corto él y de traje de puntilla ella, pasean su alianza por recovecos senderos de un parque de nombre compuesto, por calles de franqueza sellada, por huertas del arrabal, de vueltas a casa en barcazas, iluminando la despedida diaria a traves del bello destello de lamparas sobre la frontera de agua que los separa.
La devoción que sentian mutuamente, llevó a San fernando a visitar a Señá Santana,para que, alrededor de un picón de mesa camilla, y un café de pucherete, dar sentido a la historia de una vida juntos en la distancia, aquello llevó a solicitar la mano por parte de aquel apuesto galán, de aquella mocita yá, pizpireta Triana, aclarando; Que Sevilla, pidió en matrimonio a Triana y vicebersa.
No podia ser de otra manera, y de aquello se enteró hasta el tato, los dichos, se celebraron en la zona del barrio del arenal, la boda, se celebró en una barquita cerca del charo de lapava.
Y sevilla le regaló para aquella ocasión, una pulsera de suspiros fundidos, en engarzadas con lagrimas carmesies, iba en una cajita de carey, como la que sujeta Jesus cada primavera de devoción, estaba esta pulsera adornada con vuelos de vencejos maestrantes dibujando alamares de tiramisú en sus pilares, en la noche, brilla con luz propia, ganando a la misma luna en esplendor.
La pulsera que extiende Triana por su frontera de luz, es aquella que damos a llamar....., se terminó de fundir por la familia caval que vive en la cava, la fragua ardió con el querer de un barrio.
Una historia de amor que pocos conocen, pero que es la más sincera y verdadera que jamás se ha pensado. Dos orillas, dos corazones unidos por 'una pulsera' llena de Esperanza, un Lucero que los ilumina, unas Aguas que los riegan, y un Cachorro de León que bendice su unión por los siglos de los siglos. El matrimonio perfecto...
ResponderEliminarte ha gustado????
ResponderEliminarno me quise extender pues,e mi intencion que mis palabras hagan pensar, mas que contar cosas, obligo a pensar en ellas
Pues claro que me ha gustado, ¿cómo no me va a gustar si es la frontera que me separa de una Esperanza que siempre me espera?
ResponderEliminargracias
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