NAUFRAGO EN LA MAREA

Muñeco a la deriva, envuelto en la maraña de espuma de una mar agitada me encuentro.

A la deriva va mi alma, sin rumbo en la brújula, sin puerto al que llegar, sin acordarme de aquel que algún día dejé atrás.

En el remolino que un día creé yo solo con los aspavientos de mis acciones, en la diana que un día marqué como premio un imposible.

Me veo en las cuerdas de un cuadrilátero que siempre controlé, abofeteado por mi propia vergüenza, al borde del k.o técnico.

Apretado a tablas por el astado al que crié con mis propias manos, sometido y abochornado por no plantar batalla ni cuartear en los medios.

Como el gato que se sube al árbol, y que ahora desde arriba, por mas que mira hacia abajo, no halla el camino de bajada, para volver al firme de la tierra húmeda de tanto empapar penas y lágrimas de un cielo gris que se llueve a chorros.

Estoy como el lamento de una corneta que soplada, ve y siente como se estremece en los quejidos que le aporta el giro de la palomilla, intentando ser música estridente pero ajustada al momento.

No os asoméis a verme, que estoy muy adentro, y aunque queráis no me viereis, solo el reflejo de mi silueta hallareis.

Me siento como el ventilador en una tarde de verano, asolado por el ejercicio, solo siendo capaz de evacuar calor, y sin mas razón de ser que esperar el "click" de un interruptor que ponga "off".

Me siento esperando a alguien en una esquina cualquiera de una calle que no sé ni el nombre, ni se la hora, ni siquiera si he quedado con nadie, pero aun así, sigo esperando un no se que y no se ni si a quien.

Me siento como un manco remando en una barca sucia y en un lago seco, inútil, incapaz.....

Como una nota musical en una calle estrecha, subiendo y bajando con los acordes, y sin oído que me dé cobijo.

Estoy sin brillo aun sabiendo que habrán un día unos ojos que brillen por mi, en los cuales nunca me reflejaré.

Estoy como aquella gota de sangre que salia de aquel cuerpo clavado en una cruz, que saliendo de un costado abierto, lamentaba dejarlo, pero que a la vez anhelaba tocar el suelo para hundirse con su leve peso en la suave arena del monte, y hacer con su ayuda, mas verdad aquella muerte.

Estoy aquí, dejado de mi mismo, esperando el desenlace de esta sutil agonía, mareado de dar vueltas en circulo, circundado por mi propia angustia. ¿A donde voy? y para que, por que, a que, si no tengo donde ir, ni para que ir......

Presa yo, acechada por el propio depredador que en mi vive, presa de mi propia hambruna, noche sin oscuridad y día sin sol, sin claridad, sin cobijo, ni abrigo, ni trinchera, ni nada.

" Sin mas me encuentro feliz de ser capaz hasta de compartir como me siento, pues aun sintiéndome así, me siento capaz, de las dos cosas, de hundirme y de resurgir, no se cuando, pero el alma alimenta de oxigeno mis pulmones, en el perdón de uno mismo esta el amor que se pueda dar algún día "

José Catalán Reyes, en las murallas de mi castillo resguardado, preparado para el ataque, o conmigo o contra mi!!