Cuando Roma nombró la tierra donde moras como lusitania, llegaban comentarios de unas mujeres finas bellas, gloriosas y de estirpe.
Así, sabiendo que tras varios siglos estarías allí en la cáceres de ahora viviendo, construyeron para ti edificios y monumentos.
Por que todo lo bello y lo espectacular de esos monumentos los diseñaron para tu nombre, Mariola, desde la casa del sol, que la hicieron para que la luz de tu mirada habitara en ella, hasta el palacio de las veletas, para que guiaran a los vientos que vienen a despeinar tu cabello ondulado. El arco de la estrella no mas que la puerta de tu alma esculpida en piedra.
patrimonio de la humanidad, no existen los llanos de cáceres por nada, los hizo Dios así para que de lejos divisaran moros y cristianos, visitantes y propios del lugar tu belleza a lo lejos. Fíjate que hasta tu devoción por la virgen del rocío, se hace río almonte para delimitar la ciudad.
Tan valiosa te proclamo que Cáceres aun guarda algo de su muralla y fortaleza.
Eres la perla del valle, como la ciudad que te vio nacer, Plasencia.
Amiga de abrazos en la distancia, de besos de suspiros y de bostezos que buscan la calma del tintineo de las velas que alumbran nuestros corazones, eres música cuando hablas casi susurrando un verso. Sublime caminar, desbordada en darte de corazón, así te veo y te siento yo, amiga María de la O, caminante en la vida fuerte y firme en la expresión, luchadora campeadora, sin caballo pero cabalgante de fervores, como sientes tu la vida ya la quisiera sentir yo, un abrazo que te mando desde el albor de nuestra amistad, te quiero como persona buena que eres, te echo de menos mas de mil veces, y una más.
José Catalán Reyes. Ni los romanos pensaban en mujer más pura para su Lusitania pisar
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