Cuando en la noche del aljarafe Sevillano se pone de largo la luna, salen de mucho en mucho flores nocturnas que al igual que las diurnas, brillan con el lustre que dá el rocio sobre el escudo del giraldillo.
Y es entonces cuando aun habiendo soñado esas noches y esas flores, uno cree que todo es posible ya.
Sonriente las flores cuando abren sus pétalos, descubro que pueden dos miradas mas que una, descubro que pueden juntarse en el mismo impás de tiempo, la copla y el flamenco, y hasta la luna sonríe, y posa su sonrisa sobre Hispalis, cuando sus dos niñas vuelven sanas y salvas en la madrugada de adoquines de centro, de estrellas de luminaria, una junto a la otra, como formando una mínima constelación.
Una es rosa, la otra clavel,
copla y flamenco latiendo dentro,
una desgarra desde dentro,
otra es terciopelo de piano,
Una Lola, la otra Rocío,
quebranto y caricia,
dulzura y bouquet,
una es prisión donde duerme el arte,
la otra es centelleo de candeleros,
una es albero maestrante,
la otra es sillita de nea en la campana,
Una, arena de camino,
otra, alondra entre arcos,
una guitarra,
la otra muleta,
la otra es la una, una sin la otra nada,
Amistad de lazos a dúo,
que los apretó la vida sin tener más disimulo,
que viendo tanta belleza,
quiso con ellas hacer un nudo,
que caminara en el tiempo,
como caminan los vientos por la verita del río,
Una es sal
la otra es río
pero las dos son guitarras
con el bordón muy ceñido y la cejilla al compás
de un mástil de palillos,
Alegría por igual,
pero metales fundidos,
a diferentes temperaturas,
en la fragua y a martillo, son sus corazones arte,
son ellas, tesoritos mios,
y desde que las conocí
ando de ellas prendío!
Compás, cadencia, dulzura y belleza, como un paso de palio, cuando viene ya de vuelta.
Compás, arte, aroma y esencia, como cuando Curro abre la media.
Añadele al guiso pureza, por que las dos lo atesoran, como las calles estrechas, de mi Sevilla la eterna, como el vuelo de palomas que despierta la belleza de la esperanza cuando llama a las puertas de su tierra, Pureza por Dios! Pureza!
Son rejitas de forja, son geranios en macetas, son azules, blancos verdes, son tules, terciopelos, son la zurda y son la diestra, son Sevilla mis dos niñas, no son una sin aquella.
Una es llanto, la otra es pena, son alegrías y noticias buenas, son el clamor, la algarabía, son juncales toda enteras.
Son la gloria de los cielos, es como llevar el alma por fuera cuando las ves sonriendo, de las que miran de veras.
Es mi Rosi, Es mi Ely.
es mi Ely, Es mi Rosi.
Para vosotras, por ser como sois las dos, ni una por delante de la otra, las dos juntas a la par, Gracias por dejarme entremeterme entre tanta grandeza.
José Catalán Reyes, a la grandeza de ustedes, por y para ustedes
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