martes, 30 de octubre de 2012

CERRARONSE SUS OJOS, ABRIOSE SU ALMA

Se cerraron sus ojos, se abrió su alma.

Ya estando cerrados sus ojos, dieron las diez puñaladas el reloj, los diez pasos mas intensos en el tiempo de cuales haya vivido mi cuerpo, mi mente y mi ser por entero.

Abriose su alma entonces, y se lapidó el ambiente con un aroma tal a rosas, que mis ojos dejaron de llorar y pude comprender el transito de ser a no ser, pero si seguir estando.

Momentos antes, ya el hubo abrazado una medalla suya por muchos años, por siempre podría añadir, enconmendose su alma a la de las enaguas de arena y marismas eternas.

Rocío de mil amores y de mil plegarias de su boca, presente en casa y en el corazón de aquel que ya volaba cual gorrión sobre espesas copas de almendros en flor.

Silencio embriagado por lo salino de unas lágrimas que me llegaban a la comisura de los labios y que me sabían tan dispares como el agrio del vinagre y el dulzor del descanso, bostezo sublime de la vida, expiración enorme y callada que lo llena todo por entero, entregose el cuerpo, y venció la vida por encima de la muerte, difícil y dispar situación.

Allí estaba el hombre, pero no la persona, la persona ya volaba como gorrión por entre nubes de claridad eterna, sinuoso su vuelo, bailarín de las sombras, pizpireto y sonriente, alegre y veloz el vuelo...

Cerrose la puerta, abriose el dintel de la gloria, silente revuelo de nada y silencio cargado del peso de una sola batida de alas, era la hora precisa, la de los diez pasos al son de un dolor.

No lo comprendí en el primero, lo atisbe en el segundo, lo supuse en el tercero, me asombró en el cuarto, lo observé en el quinto, ya se hizo presente en el sexto, lo observé en el séptimo, lo despedí en el octavo, lo disfrute en el noveno, y en el décimo él es quien lo explicó todo.

Fueron las diez de la noche, mas de verdad de mi vida, en el cielo por está época, una estrella se aloja siempre a la izquierda de la luna, planeta, fortuna, o consuelo, luz que brilla y parpadea, allí se posó tu vuelo, gorrioncillo de canas, volador del sueño eterno...

Y pasado el tiempo, aunque por mas que pase al sosiego de los tiempos, cada diez de la noche de todos los días, te vislumbro allá en el cielo, donde esté, aun bajo techo, me brillas y centelleas, del corazón para adentro, fuiste persona, amante y padre, eres ahora el brillo de una estrella, la candidez de una sonrisa, y en la mañana mi aurora.

El amor que me dejaste, vive, grita y se enamora, cuando los ojos te brillan, donde te miramos ahora, en el recuerdo mas bueno que nos dejó tu persona.

No dejes de volar nunca, revolotea los sueños de mi madre y mis hermanos, de tus nietas juguetonas, de tus amigos de siempre, donde te vemos ahora, en tus obras, con tus gestos, desgastaste la vida a horas, la entrega con tu gente, tiene su recompensa en como brillan los ojos de quien te mienta o te nombra.


Fuiste, estuviste, y estás, aunque pasen las horas, aunque las diez de la noche,

den mil veces con la sombra, aunque los tiempos se partan, aunque se quiebre la aurora,

aunque llueva o haga frío, siempre estarás y ahora,

aquí estás junto a mi, sonriendome te elevas,

porque suenan de nuevo las diez,

a la hora que le toca, al gorrión alzar el vuelo,

y subir a la azotea de las marismas del cielo,

donde tu vives ahora, junto a mares de gentíos, donde nace la aurora....

Ten por seguro que tú, anidarás de por vida, en la vida del sosiego que dejaste con tu ida.

A José Catalán Romero un gorrión que voló, el 30 de Octubre de 2009

MI PADRE

lunes, 29 de octubre de 2012

HOY COMO SIEMPRE QUE TE MIRO ( siguirillas )

Hoy soy un sol que se pone, hoy soy una reja tras la que no pasa nada, solo las nubes el silencio y el viento silbando al oído.


Hoy soy un torero sin sombra, con capote y sin muleta, puedo parar pero no templar.

Hoy soy el umbral del ahogo, donde ahoga hasta el llanto sin poder sollozar ni el ultimo agónico grito.

Hoy soy pies sobre una balaustrada que ya no aguanta mas cargas, hoy soy un zapato roído, roto y maloliente, sudado, usado, roto, desvencijado, sin lustre, pero caminando....

Hoy soy el ciprés que ni llora, soy un sauce sin raíces.

Soy el adoquín que gastado, forma parte de una calle que no transita nadie.   Soy el chirrido del carromato del afilador que pregona en una calle sin ecos.   Suena mi voz a rebuzno, a aliento de un pobre mulo que tira de la carga y a la vez vomita vapores en la fría mañana.   Maulla el gato en la noche y se confunde su sonido con el de mis tripas, exsaustas del hambre.   Despeinada el alma, lamenta el escozor de la herida que no sangra, pero que huele a putrefacción, y su color a muerte atisbada, no trae consigo nada mas que fragores y malas noches.   Hoy soy un niño con fiebre, que soporta el peso de unas sabanas que lapidan el cuerpo pero no el sueño.   Yo soy la callada voz de tus gritos,  yo soy el pájaro errante, yo soy la voz que musito, yo soy el que viste elegante, pero mi muerte me acecha, mas elegante que antes, yo me muero de repente, si tu aire viene a verme, y me deja por los suelos, los papeles que escribía, poniendo en ellos consuelo, intentando yo olvidarte, me encuentro con el sosiego que deja tu aire al irse, y disfruto del silencio, que sin papeles dejaste, ni ahora suena tu viento en las rendijas de mi cuerpo, al menos me queda eso, que menos que tu silencio....   Hoy soy la pared que no soporta sombras, Soy espadaña sin cúspide, Soy brújula sin norte, ni veleta que soporte ningún aire que me mueva.....   José Catalán Reyes